Apreciado por muchos debido a su singular sabor con un toque amargo, la achicoria roja, también conocida como radicchio, pertenece a la familia de la achicoria. Ya sea cruda o cocinada, se trata de un ingrediente que se presta a enriquecer numerosas recetas y que además posee muchas propiedades beneficiosas para nuestro organismo.
QUÉ CONTIENE
- Poquísimas CALORÍAS: su peso está compuesto aproximadamente por un 94-96 % de agua.
- Gran cantidad de SALES MINERALES, concretamente potasio, hierro, calcio y fósforo.
- VITAMINAS: contiene vitaminas del grupo B, vitamina C y vitamina K.
- Altos niveles de FIBRA.
- POLIFENOLES, con propiedades antioxidantes.
5 BENEFICIOS PARA EL ORGANISMO
Gracias a todas estas valiosas sustancias, la achicoria roja proporciona una serie de beneficios a quienes la consumen de forma regular. Los más importantes se deben a los siguientes aspectos:
- Propiedades ANTIOXIDANTES. La combinación de vitaminas y polifenoles confiere a este alimento eficaces propiedades antioxidantes que ayudan a prevenir las enfermedades provocadas por el envejecimiento y a mantener el organismo joven y saludable.
- Propiedades DESINTOXICANTES. A las propiedades antioxidantes de la achicoria que actúan en la renovación de los tejidos, se suman las propiedades depurativas. Las sustancias amargas, además de proporcionar un peculiar sabor, estimulan la actividad del hígado y la depuración de las sustancias de desecho del organismo.
- Propiedades DIGESTIVAS. Las propias sustancias amargas también son útiles para estimular la producción de jugos gástricos y así favorecer una digestión mejor y más rápida a nivel estomacal.
- Propiedades LAXANTES. Su elevado contenido en fibra hace de la achicoria una hortaliza muy eficiente contra el estreñimiento.
- Salud del sistema CARDIOVASCULAR. Contiene antocianinas, un tipo de polifenoles específico que, gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, ayudan a mantener los vasos sanguíneos en buen estado, reduciendo el riesgo de desarrollar trastornos cardiovasculares.
LA ACHICORIA ROJA DE TREVISO IGP
Entre los diferentes tipos de achicoria roja, existe una en concreto que cuenta con la indicación geográfica protegida. Un distintivo de identificación del origen del producto que la Unión Europea otorga a determinados alimentos de los que una o varias características están asociadas a una determinada área geográfica. Donde debe producirse al menos una de las fases de elaboración del producto. Se trata de la achicoria roja de Treviso, una variedad que a su vez se divide en dos tipos :
- en función del proceso al que se somete hay el temprano y el tardío
Son parecidas en cuanto a propiedades nutricionales, pero diferentes en su aspecto y sabor. El primer tipo tiene unas hojas más gruesas y un sabor más amargo. El segundo, más preciado, se somete a una serie de procesos después de la cosecha que le confieren un sabor más delicado y una consistencia más crujiente.
CÓMO UTILIZARLA EN LA COCINA
Debido a su peculiar sabor, la achicoria no suele consumirse sola, sino acompañando a otros productos más dulces que atenúen un poco su amargor. Cruda es ideal si se combina con remolacha roja o zanahoria, mientras que si se toma cocinada, va muy bien con verduras como la calabaza o la patata. Y además se presta a emplearse como condimento para primeros y segundos platos como risottos, pasteles salados y platos de carne.