Rábano picante: Ampliamente utilizado en la cocina, es una planta con efectos drenantes que puede favorecer el drenaje de fluidos y la funcionalidad del tracto urinario.
Alcachofa: Contiene agua, carbohidratos (inulina y fibra), derivados del ácido cafeico (incluyendo ácido clorogénico), flavonoides, vitaminas y minerales. Sabe amargo, debido a la presencia de Cimarina. Además de los propósitos culinarios, también se utiliza la función hepática.
Cardo mariano: Es una planta distribuida más en las zonas cercanas al Mar Mediterráneo, de sus flores se extraen varias activas, la principal es la silimarina. Promueve la purificación del cuerpo y la función del hígado. También tiene actividad antioxidante.
Helichrysum: Helichrysum deriva del griego helios (sol) y chrysos (oro), debido al color amarillo brillante de sus cabezas. Fue utilizado desde la antigüedad por sus fuertes propiedades en favor de las funciones fisiológicas del hígado, así como la función digestiva.
Boldo: Las hojas contienen aceites esenciales (cineol y ascaridol), flavonoides y alcaloides (boldina). Su capacidad para promover la función hepática se descubrió al observar que las cabras que se alimentan de hojas de boldo no tenían trastornos hepáticos.
Colina: Es un componente de los fosfolípidos que componen la membrana celular y es necesario para la síntesis del neurotransmisor acetilcolina. La colina contribuye al mantenimiento de la función hepática normal.